06 septiembre 2024, 20:40 PM




Sergio Federovisky: “Para sanear el río Reconquista lo primero que tiene que haber es decisión política”

Sergio Federovisky: “Para sanear el río Reconquista lo primero que tiene que haber es decisión política”

Por Sabrina García

Desde Zona Norte Ambiental lanzamos un podcast en donde abordaremos distintas temáticas del ambiente del corredor norte de la Provincia. En esta oportunidad el tema elegido fue el río Reconquista.

Zona Norte en formato podcast es una nueva vía de comunicación que proponemos desde el medio en donde queremos escuchar a actores de nuestra comunidad que den su mirada sobre distintos temas que impactan en el ambiente. En esta primera entrega hablamos sobre el río Reconquista, un curso de agua que atraviesa a 18 municipios, en una cuenca en la que viven casi 4 millones de argentinos y que es considerado el segundo más contaminado de nuestro país.

Para ello, dialogamos con Sergio Federovisky, biólogo especializado en ecología, periodista ambiental y ex viceministro de Ambiente de la Nación.

En el siguiente link se puede escuchar el podcast completo con las entrevistas a Sergio Federovisky y Martín Sabbatella, presidente del COMIREC (cuenca Reconquista)

-¿Es el río Reconquista el segundo más contaminado de Argentina?

En realidad es un ranking poco académico porque todos tomamos al Riachuelo como el más contaminado y por la influencia que tienen todas las actividades que se desarrollan alrededor del Reconquista y toda la descarga tanto cloacal como industrial que históricamente se asume que es el segundo río más contaminado del país.

Los dos (Riachuelo y Reconquista), obviamente, están sometidos a la presión de contaminación que les supone el contexto en el que están pero más allá del ranking lo cierto es que el Reconquista es un río que presenta un estado muy lejano a cualquier situación más o menos sana.

-Hay experiencias en el mundo en donde se ha llegado a descontaminar un río. ¿Se puede pensar en algo similar en nuestro país y específicamente en el Reconquista?

Lógicamente siempre existe la posibilidad de pensar en la restitución ecológica de un curso de agua. Por supuesto que hay experiencias en el mundo, pero todas ellas se basan en una reformulación de cuál es el contexto, cuál es el impacto en el río de ese contexto y cuál es la función que se le otorga al río. ¿A qué me refiero por función? Normalmente estos ríos (Riachuelo y Reconquista) han sido capturados como espacios de vuelco de los restos, efluentes o desechos de las actividades que se desarrollan en sus orillas. En tanto no se modifique esa función, no se reformule el para qué está el río, resulta muy difícil pensar que el río Reconquista pueda recuperarse.

-Cuando hacés referencias de los residuos cloacales, un informe de Basílico* del 2022, si no me equivoco, sostiene que a lo largo de toda la cuenca hay materia fecal, al margen de la contaminación industrial, por ejemplo. En un trayecto tan largo en donde intervienen 18 municipios, ¿cómo se podría alcanzar un trabajo mancomunado entre AySA, ABSA, municipios, Provincia, etc. como para regular estas cuestiones?

Lo primero que tiene que haber es una decisión política de que eso ocurra y de que el río pueda recuperar una función más propia de un río. Hablamos de un río que puede considerarse un curso de agua urbano o altamente urbanizado.

Normalmente este tipo de cursos de agua han sido diseñados, desde el punto de vista urbano/industrial, como caños de desagües. Por lo tanto cuando se solicita o se pide desde los municipios la realización de cloacas, que es un reclamo sumamente legítimo, no se piensa ni en la depuración ni en el tratamiento de los efluentes cloacales. Sino simplemente en el transporte de esos efluentes hacia algún curso de agua próximo. Si la capacidad de autodepuración es limitada, como es el caso del Reconquista, no hay posibilidades de recuperación pronta en tanto que el vuelco es prácticamente crudo.

No solo se necesitan cloacas, fundamentalmente se precisan plantas de tratamientos de los efluentes cloacales para que el líquido que finalmente se vuelque en el curso de agua no tenga tanta carga contaminante y permita una autodepuración. Pero además, lo que tenemos es una muy fuerte urbanización espontánea a lo largo de buena parte de los distritos que atraviesa el Reconquista, fundamentalmente su cuenca media y baja, y esos procesos de urbanización suelen ser muy caóticos. Tienen un vuelco al río de casi la totalidad de los efluentes cloacales sin ningún tipo de tratamiento. En muchos distritos, por falta de cloacas hay pozos ciegos que son vaciados por camiones atmosféricos que luego descargan crudo en el río Reconquista.

-Sumado a eso, la disposición de la basura. En los últimos años muchos municipios han incorporado plantas de tratamiento de los residuos sólidos urbanos, ¿eso contribuyó a disminuir la cantidad de basura que se destina al tratamiento en el CEAMSE, que además está ubicado sobre la cuenca?

Lamentablemente no está ocurriendo eso y esas plantas de tratamiento que muchos municipios disponen son bastante poco eficaces. Tienen una función más social que ambiental en cuanto al tratamiento de los residuos. Los porcentajes de los enterramientos de los residuos en todo el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) son altísimos en relación a la cantidad de basura que se genera. No hay prácticamente trabajo sobre la disminución sobre la generación de los residuos. Tampoco hay un fuerte énfasis de la separación en origen y por lo tanto en la posibilidad de posterior reciclaje para disminuir las cantidades que van a enterramiento.

Hay un elemento adicional que es aún más grave y es el hecho que, por las dificultades en el tratamiento y en la recolección de los residuos, por falta de presupuesto, por una cantidad enorme de barrios que no tienen servicio público, en materia de residuos domiciliarios lo que tenemos es una enorme proliferación de basurales a cielo abierto. Muchos de los cuales están a orillas del Reconquista y del Riachuelo. Los basurales son el impacto más directo que la basura provoca sobre esos cursos de agua. Después está el hecho que los sistemas de tratamiento y enterramiento no son ideales y siguen provocando contaminación pero previo a ello hay que pensar cómo erradicar y eliminar esos basurales.

-¿Cómo analizás estas actividades que proponen los municipios en donde, por ejemplo, organizan actividades para juntar la basura de las costas del río Luján y en simultáneo tienen frigoríficos que descargan al río los desechos de producción? ¿Hay una actitud de los municipios de mirar para un costado y decir ‘bueno, esto le corresponde a Provincia’? ¿Qué crees que está faltando ahí?

Lo primero que falta es una política clara e integrada entre todos los actores: municipios y Provincia, en el caso del Reconquista que es un curso de agua que circula enteramente en territorio bonaerense. A partir de eso un diseño de política de recolección de tratamiento de los residuos que permita apuntar a disminuir la generación de residuos, a incrementar la separación en origen, a incrementar el reciclaje y disminuir el enterramiento y desalentar la existencia de basurales a cielo abierto. pero luego, lo que vemos, y es prácticamente idéntico en todos los municipios y es que hay enunciados que tienen que ver más con lo políticamente correcto que con reales políticas de gestión, políticas de Estado desde los municipios.

A eso me refiero cuando digo que hay muchos municipios que proclaman que los vecinos separen la basura, que el plástico tal cosa, son actividades orientadas a la concientización individual que políticas públicas que tengan efectos concretos.

-Si el segundo más contaminado es el Reconquista, ¿cuál es el destino del Río Luján que está íntimamente vinculado al primero?

Padece las mismas situaciones y los mismos dramas. A medida que va urbanizándose de manera tan caótica el río Luján van hacia la misma situación que el Reconquista. Lo paradójico en ambos casos es que existen autoridades de cuencas que es un primer requisito indispensable para poder diseñar una política para esas cuencas y sin embargo ni el COMIREC, en el caso del Reconquista, ni COMILU, en el Luján, han logrado dar respuestas para subsanar las dificultades que tienen los problemas de jurisdicción y al mismo tiempo diseñar políticas que sean integrales para toda la cuenca. En eso claramente se ha fallado.

*Características de la cuenca del río Reconquista: aspectos geográficos y ambientales, por Gabriel O. Basílico. Link

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