Vicente López y la importancia de trabajar para reducir la huella de carbono

Por Sabrina García

En contexto del Día Mundial del Reciclaje desde Zona Norte Ambiental dialogamos con funcionarios de los municipios del corredor norte de la provincia de Buenos Aires para conocer en profundidad cuáles son las políticas públicas empleadas por la gestión local, de cada distrito, para reducir la cantidad de residuos y su consiguiente tratamiento de los reciclables. 

Dialogamos con Gabriel Vanelli, director de Desarrollo Sostenible del municipio de Vicente López, sobre la gestión de los residuos en dicha localidad. “El mayor desafío es cambiar algunos hábitos, lo más importante es reducir”, plantea el funcionario sobre la principal premisa: reducir en primer lugar. “Que algunos envases tengan un signo de reciclable no significa que está bien reciclarlo. El desafío es ir más allá”.

Vicente López cuenta con varios programas de reciclaje dentro de la iniciativa “VL Recicla”. El programa tiene como objetivo primordial la reducción de los residuos enviados a disposición final y, en consecuencia, la preservación de la salud humana y la mejora de la calidad de vida de la población, como así también el cuidado del ambiente y la conservación de los recursos naturales.

“Enviamos más de 400 toneladas por mes a las cooperativas para que puedan darle tratamiento a esos residuos, entre lo que se junta en Día Verde, Puntos Verdes, Punto Ambiental Móvil y demás”, explica Vanelli.

Día Verde

Comenzó en el año 2016 y consiste en la recolección diferenciada puerta a puerta de los residuos reciclables que separan los vecinos. Cada barrio cuenta con un día exclusivo en la semana para sacar sus bolsas, que deben estar identificadas con un sticker o cartel que diga ‘Día Verde, y deben estar limpios y secos.

“Día Verde funciona en todo todos los barrios, una vez por semana, en donde los vecinos sacan los reciclables y se hace una recolección diurna para que no se contamine ni se confunda con la recolección nocturna”, explica Vanelli.

Y sobre el compromiso de los vecinos y la participación en el programa destaca: “Los vecinos que reciclan respetan los días que le corresponden porque quieren participar, les gusta y lo hacen bien. El compromiso y la participación es mayor cada año”.

Luego de ser recolectados, los residuos son enviados a las plantas de separación, donde son clasificados por los recuperadores y posteriormente entregados a empresas recicladoras. Los principales materiales que se reciben son plásticos, cartones, papeles, vidrios y latas.

“Lo que falta en una bajada nacional, latinoamericana, sobre la gestión de los residuos porque está desordenada”, dice Vanelli y explica: “Luján tira la basura a cielo abierto. Cuando vemos nuestra costa contaminada de plásticos y te preguntas ‘¿cómo llegó esa botella ahí?’ y bueno, son muchos los factores: tenés el vecino que te tira la botella en Mitre y Vélez Sarsfield pero también tenes los márgenes del Río Reconquista sin recolección de residuos y que usan al río como depósito de residuos”.

Punto Ambiental Móvil

Esta iniciativa impulsada por el municipio surge como un complemento al programa Día Verde. Se trata de un servicio de recepción de residuos reciclables que ofrece a los vecinos la posibilidad de llevar todos sus residuos a un solo lugar para ser reciclados.

Este camión 100% eléctrico y con 0% de emisiones de CO2 recorre todos los barrios de acuerdo con el cronograma establecido por el programa Día Verde. Cuentan con un puesto de recepción de materiales reciclables, como papeles, vidrios, pilas, cápsulas de café y botellas de plástico, entre otros. Una vez finalizada la jornada, son transportados a las plantas de reciclaje para asegurar su correcto procesamiento.

“Nosotros usamos el Punto Ambiental Móvil también como espacio para dialogar con los vecinos para ver de qué forma se pueden cambiar algunos hábitos y no generar esos residuos. Cuando un vecino trae las pilas nosotros le sugerimos incorporar pilas recargables; o las botellas vacías de agua y vemos para que usen el agua de la canilla o de filtro. Es más educativo, la idea es darle herramientas a los vecinos para reducir la huella, de ver cómo puede gestionar sus residuos”, dice Gabriel.

Y agrega: “No sirve de nada comprar una banana en un envoltorio de plástico. La banana tiene cáscara y no necesita un envoltorio”.

Puntos de recepción de residuos reciclables

Como complemento a la recolección de residuos reciclables por Día Verde y el Punto Ambiental Móvil, funcionan en el municipio puntos de recepción de residuos reciclables. Se reconocen por sus containers amarillos.

Los reciclables que se reciben son papel, cartón, vidrio, plástico, metal y vidrios; no necesitan estar separados por material. Es importante que los materiales depositados en el contenedor se encuentren limpios y secos.

Botellas de Amor

Ofrece una alternativa de reciclaje específica para materiales plásticos de un solo uso. Dichos residuos son aquellos que se descartan tras su primer uso, no son reutilizables y su reciclabilidad es baja por cuestiones tanto técnicas como económicas.

Los plásticos que deben ir en las botellas son: envoltorios de alimentos, bolsas plásticas, sachets de repuestos, cepillo de dientes, papel film, material de embalaje, etc.

El municipio cuenta con puntos de recepción de botellas de amor en todos los barrios.

Residuos Especiales Domiciliarios

Ciertos residuos hogareños no se pueden reciclar inmediatamente y por ende no deben ser descartados a través de ‘Día Verde’, ‘Contenedores para reciclables’ ni recolectados dentro de las ‘Botellas de Amor’.

Estos son llamados Residuos Especiales Domiciliarios (RED), y son clasificados de manera diferencial por contener dentro de su composición materiales que una vez expuestos en el ambiente pueden generar algún tipo de impacto negativo, incluido el riesgo a la salud de las personas. Son domiciliarios porque se producen dentro de los hogares y por lo general su generación es esporádica. Estos pueden ser aceite vegetal usado, pilas, lámparas incandescentes y residuos electrónicos, entre otras.

“Se trata de pasivos ambientales, que son controlados, no tienen un reprocesado sino que se hace una disposición final controlada”, explica Vanelli sobre las pilas y baterías y agrega que tienen un programa para dar tratamiento a lámparas incandescentes y tubos fluorescentes. “Les pedimos que no los tiren a la basura común porque contaminan y es peligroso”.

En el caso del aceite vegetal usado (AVU), los vecinos deben esperar que el aceite se enfríe, colocarlo dentro de cualquier botella y llevarlo a cualquier Delegación Municipal, donde hay un contenedor especial para AVU.

Este aceite es procesado para generar combustible limpio (biodiesel), y lo recaudado se destina a ACCERVIL (Asociación de Cooperación con Entidades de Rehabilitación en Discapacidad de Vicente López). “En este caso cobra mayor sentido toda la vuelta porque se transforma en un combustible, se le dan recursos a una entidad. Tiene más sentido que lo que ocurre con las pilas”, completa el funcionario.

Ley Yolanda

En materia de educación ambiental no solo el municipio trabaja con los vecinos que se acercan al Punto Ambiental Móvil sino que también brindan capacitaciones en más de 100 escuelas del distrito.

“Todo el equipo de la municipalidad se está formando. Tenemos una capacitación de la Ley Yolanda, de formación ambiental para funcionarios públicos. Es decir, no solo formamos hacia afuera sino que también capacitamos a nuestros equipos”, dice Vanelli sobre la capacitación que realizan trabajadores y funcionarios de la Municipalidad de Vicente López. “Comenzamos el año pasado y llevamos capacitando un 20%”.

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