Un medio de transporte simple, asequible y sostenible: hoy se celebra el Día Mundial de la Bicicleta

Por Sabrina García

Cada 3 de junio se celebra el Día Mundial de la Bicicleta, una fecha para recordar los múltiples beneficios de este medio de transporte simple, asequible y sostenible. Desde su declaración oficial por la ONU en 2018, esta jornada ha ganado relevancia, destacando el papel crucial de la bicicleta en la promoción de la salud, la protección del medio ambiente y el desarrollo social.

La bicicleta es mucho más que un conjunto de pedales y ruedas. Andar en bicicleta de forma regular contribuye a mejorar la condición cardiovascular, fortalecer los músculos y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Además, es una excelente forma de combatir el estrés y mejorar el bienestar mental, ofreciendo un momento de desconexión y disfrute al aire libre.

Desde una perspectiva ambiental, la bicicleta es una solución inmejorable para la reducción de la huella de carbono. Al no emitir gases contaminantes, se posiciona como una alternativa ideal frente a los vehículos motorizados, contribuyendo a la mejora de la calidad del aire en nuestras ciudades y a la lucha contra el cambio climático. Su uso promueve un entorno urbano más silencioso y habitable, disminuyendo la congestión vehicular y fomentando un ritmo de vida más pausado.

Un llamado a la acción global y local

El Día Mundial de la Bicicleta es también un llamado a la acción para gobiernos y comunidades. Es fundamental invertir en infraestructuras seguras y accesibles que fomenten el uso de la bicicleta. Esto incluye la creación y mantenimiento de ciclovías, estacionamientos adecuados y programas de concientización vial que promuevan una convivencia armónica entre ciclistas, peatones y automovilistas.

Los municipios del corredor norte de la Provincia de Buenos Aires han incorporado diversas políticas públicas que fomentan el uso de la bicicleta. Claro está que el objetivo de reemplazar un vehículo por un rodado todavía parece estar bastante lejos de ser alcanzado.

1. Ciclovías y bicisendas:

La mayoría de los municipios han construidos ciclovías y bicisendas. Ahora, en muchos casos son tramos que no conectan los puntos claves de la ciudad, es decir, están pensados como espacios de recreación más que medida para incorporar movilidad sustentable. Lo ideal es que esta infraestructura pueda unir puntos claves como centro urbano y periferia, estaciones de tren, parques, escuelas y centros de salud, así como facilitar la conexión entre municipios vecinos y con la Ciudad de Buenos Aires.

Por otro lado la ciclovía o bicisenda debe garantizar la seguridad de los ciclistas. Para ello es necesario que cuenten con señalización adecuada, delimitación clara de los carriles y, en algunos casos, protección física para separarlos del tránsito motorizado.

Teniendo en cuenta que los municipios del corredor norte tienen salida al Río de la Plata, una estrategia común es integrar la red de ciclovías con el Paseo de la Costa, ofreciendo recorridos atractivos y recreativos con vistas al río.

2. Programas de fomento y concientización:

Hay algunas experiencias de municipios que organizan paseos en bicicleta, tanto diurnos como nocturnos, para fomentar la actividad física y el uso recreativo de la bicicleta. San Isidro es un ejemplo claro con su ‘Paseo de Bicicletas Nocturno’ en la Av. Unidad Nacional, donde se cierra el tránsito para que los vecinos puedan pedalear, patinar o caminar con seguridad.

El municipio de Escobar cuenta con el programa Las Bicis que permite el alquiler de rodado y además brinda información como tips de cuidados para evitar accidentes o brinda información sobre los beneficios de utilizar bicicletas para el traslado.

3. Estacionamientos para bicicletas:

Se están instalando bicicleteros en espacios públicos estratégicos, como plazas, estaciones de tren y centros comerciales, para facilitar el estacionamiento seguro de las bicicletas y desalentar el robo. En la Estación del Tren Mitre de San Isidro hay un bicicletero municipal que permite a las personas que vienen de localidades del oeste, Boulogne por ejemplo, llegar al tren en bici suprimiendo el uso de colectivos.

4. Integración con el transporte público:

Aunque no tan extendido como en la Ciudad de Buenos Aires con Ecobici, algunos municipios exploran la posibilidad de sistemas de bicicletas públicas o promueven la intermodalidad, es decir, la combinación de la bicicleta con el transporte público (por ejemplo, llevando la bicicleta en el tren en horarios permitidos).

Crear espacios en donde se puedan alquilar bicicletas o que permitan el guardado de los rodados del usuario en zona neurálgicas como ser una estación de tren desalienta el uso de vehículos o colectivos que conecten barrios con la línea del ferrocarril.

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