Freno judicial al barrio cerrado del ex Arsenal en Boulogne
En una importante victoria para los vecinos de Boulogne, la Justicia ordenó suspender las obras del barrio privado Urbana Santa Rita en el predio del ex Arsenal, un área de más de 10 hectáreas considerada el último gran espacio verde de la ciudad.
El Tribunal del Trabajo Nro. 4 de San Isidro hizo lugar a un recurso de amparo presentado por la Asociación Civil “Para Todos Porque es de Todos”, que junto a la Asamblea Vecinal Parque Boulogne, busca frenar un proyecto que, según los vecinos, causaría un daño ambiental irreversible. El fallo pone en pausa el avance de la obra que había sido autorizado por la Municipalidad de San Isidro.
Con el respaldo de más de 15.000 firmas, la comunidad de Boulogne defiende este predio, estratégicamente ubicado entre la estación de tren y la autopista Panamericana. Boulogne, con una alta densidad poblacional, tiene una grave escasez de áreas verdes públicas: según datos de los vecinos, apenas cuenta con 0.05 km² de espacio verde para sus más de 76,000 habitantes. En este contexto, la construcción de un barrio cerrado implicaría la pérdida de la última gran reserva de suelo absorbente y arbolado.
Los vecinos denuncian que la Municipalidad otorgó el permiso de obra en enero de 2025 sin realizar una audiencia pública ni consultar a la comunidad. Además, señalan que el estudio de impacto ambiental utilizado para la aprobación data de 2017, lo que lo vuelve “increíblemente desactualizado e insuficiente” para un proyecto de esta magnitud.
Parque público vs. “parque lineal”
La comunidad reclama que el Estado priorice las necesidades colectivas y transforme el predio en un parque 100% público y verde, vital para la salud y el bienestar ambiental.
Frente a esta propuesta, la Municipalidad ha publicitado la creación de un ‘Parque Público Lineal’. Sin embargo, los vecinos lo cuestionan duramente: “En realidad es un boulevard, lleno de cemento, proyectado para facilitar el acceso al barrio cerrado”, afirmaron y agregaron que en el mismo sentido “hasta Dardo Rocha sería un parque”.
El proyecto del barrio cerrado ya ha generado un impacto negativo, como la pérdida de más de dos hectáreas de bosque urbano y siete hectáreas de pastizales. Además, los vecinos advierten que el proyecto generaría mayor tránsito, ruido y saturación de servicios públicos en un entorno que es mayormente residencial y escolar.
Con la suspensión judicial, los vecinos de Boulogne logran un respiro y abren una nueva instancia en su lucha por la protección del ambiente y la defensa de un espacio verde para toda la comunidad.
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